La Reina Isabel II en Chile, 1968




Su Majestad Isabel II, reina de Gran Bretaña, llegó en visita oficial a Chile el 11 de noviembre de 1968, vino acompañada de su esposo Felipe, el duque de Edimburgo, su visita fue rigurosamente planeada por las autoridades de la época y causó una gran expectación pública.
Pero su llegada no estuvo libre de problemas de último minuto, el Palacio Cousiño, preparado para recibirla con todos los honores, se quemó parcialmente pocos días antes de la llegada y sólo la frenética actividad del jefe de protocolo, embajador Mariano Fontecilla, logró que el hoy desaparecido Hotel Carrera pudiese albergar a tan ilustres visitantes.
El fervor popular en torno a cada actividad de la reina superó todo lo esperado. Cuando visitó la Escuela Inglaterra, se obligó a los vehículos que se dirigían por la Alameda hacia el poniente a reducir su velocidad. La muchedumbre quería verla de cerca y se agolpó en las calles, la vitoreaban constantemente (con el mundialmente conocido: ¡Dios Salve a la Reina! y pañuelos al viento) y le lanzaban flores. La reina, sorprendida, apreció esas manifestaciones espontáneas del pueblo y junto al presidente Eduardo Frei Montalva que la acompañaba, viajaron de pie en el descapotable que los transportaba saludando a la gente aglomerada en las calles. Tan choqueada quedó Su Majestad con las multitudes que la vitoreaban, que al llegar a destino (Plaza de la Constitución donde sería declarada ciudadana de honor) olvidó que en el auto de atrás venia su esposo el Duque de Edimburgo y prosiguió con su camino dejando al duque abandonado a su suerte, teniendo que ser ayudado tras unos minutos de espera por el Canciller, que lo llevó junto a su esposa, la olvidadiza Chabelita(así fue llamada la Reina cariñosamente por la prensa de la época).
En Valparaíso, cuando visitó el Arco Británico, la multitud sobrepasó la barrera policial y la presión sobre la reina y su entorno se hizo insostenible.
La reina fue recibida por el Congreso Nacional, reunido en sesión conjunta, y por el pleno de la Corte Suprema; visitó diversas instituciones inglesas; la Escuela Naval le presentó un perfecto "Tatoo" (ejercicio de entrenamiento) y Carabineros, su inolvidable "Cuadro Verde". En el Club Hípico presenció el Clásico Isabel II. Previo a la carrera, con ojo experto, examinó los ejemplares que participarían en ella. Finalmente, dos hermosos días la acompañaron en Antumalal( IX región), donde descansó de sus intensas jornadas protocolares hasta que partió de nuestro querido Chile el 18 de Noviembre dejando a todo un país revolucionado con su visita.

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