Si te interesa el tema....


Si eres un fanático seguidor de las realezas del mundo o quieres profundizar más en el tema de las visitas de la realeza a Chile, te recomiendo que busques la información de los diarios antiguos.
Si eres de Valparaíso te recomiendo que vayas a la Biblioteca Santiago Severin (cerca de la plaza Victoria), en el primer piso tienen los diarios antiguos, y para que no pierdas el tiempo, te informo de que para ver diarios mas antiguos que 1975, tienes que llevar una carta de petición firmada por la institución en la que estudies.
Si no eres de la región te recomiendo la página de Internet www.museodeprensa.cl, en ella se encuentran las noticias antiguas más relevantes de la historia de chile, que salieron en diversos diarios de nuestro país.

La visita del Príncipe Haakon de Noruega, 2008



El príncipe Haakon, heredero de la corona noruega, fue recibido en La Moneda, en Enero de este año por la presidenta, Michelle Bachelet, en el inicio de una visita de tres días a Chile, acompañado por una comitiva de más de 170 autoridades, empresarios y representantes del mundo cultural.
La Presidenta dio una cena de honor en el palacio de gobierno. Durante su corta visita el Príncipe visitó el ex campo de retención de la dictadura de Augusto Pinochet 'Villa Grimaldi', donde estuvo cautiva la presidenta Bachelet. Además, el príncipe participó en la celebración de varios seminarios mixtos para estrechar las relaciones económicas entre ambos países, así como actos de carácter cultural, como la apertura de una exposición de arquitectura moderna noruega.
En los siguientes días visitó el sur de Chile y la casa del poeta Pablo Neruda en la región costera de Valparaíso.
Un dato freak de la visita, es que se suponía que vendría con su esposa, la princesa Mette-Marit, pero debido a una enfermedad contagiosa aguda de última hora la princesa no pudo unirse a la delegación noruega que visitó nuestro país. Lástima… para la próxima será….

La visita de la Princesa Ana a Valparaíso, 2007



Su Alteza Real, la Princesa Ana de Inglaterra, visitó diversas entidades de la región de Valparaíso relacionadas con el quehacer británico a fines de Enero del 2007, entre ellas, The Mackay School, donde tomó contacto con alumnos de otros cuatro colegios ingleses presentes en la región (Saint Peter's, Saint Paul's, Saint Margaret's, Caernarfon de Casablanca) y celebró los 150 años de ese distinguido colegio en un acto en el que estuvo acompañada por el embajador de Gran Bretaña, Howard Drake; el cónsul de Gran Bretaña en Valparaíso, Ian Ardy; el rector Ernesto O'Reilly; y el presidente del directorio de la Corporación, Simon Mackenzie. Luego del acto la princesa plantó un árbol de la especie ceibo, como símbolo de la tradición y fortaleza del establecimiento educacional.
Igualmente, la princesa se reunió con los directivos y voluntarios de la 11th Fire Company George Garland y visitó una escuela en Santiago.
Y finalmente, se traslado a Valparaíso, en donde visitó la ONG Paicabí (que recibe apoyo financiero de la embajada británica para ayudar a niños victimas de diversos maltratos), en donde la recibió el Intendente Iván de la Maza. . En el lugar se montó una exposición de obras hechas por niños, la que fue recorrida por la princesa, luego de interiorizarse de las actividades de la ONG.

La visita del Príncipe William, 2000





El Príncipe William, segundo en la sucesión al trono de Gran Bretaña, vino a Chile a finales del año 2000 a una expedición organizada internacionalmente que tenía como meta ayudar a una pequeña población de la localidad Tortel (con 350 habitantes app), en el extremo sur de nuestro país. La expedición duró 10 semanas, en las que el codiciado príncipe aprendió técnicas de supervivencia, ayudó a construir caminos de madera y enseño ingles a alumnos de una escuelita rural. El príncipe vino acompañado de dos guardaespaldas que lo seguían de lejos, y junto a el venían otros 100 participantes a la expedición. Durante las diez semanas que permaneció en Chile no alojó en hoteles lujosos, sino mas bien en carpas o cabañas rústicas. Por motivos de seguridad, y para evitar la sobreexposición del príncipe a los medios, su visita fue revelada a la prensa solo a unos días de que partiera de regreso a su país.

El Regalo de la Reina Isabel II: 'EL auto Presidencial'





La Reina Isabel II no llegó de manos vacías a nuestro país, previamente a su visita, donó un hermoso auto negro descapotado, Ford Galaxie 500 XL, fabricado especialmente el año 1966, con detalles de la corona británica grabados en las tapas de las ruedas y en el volante. Este lujoso regalito no sólo fue utilizado en la propia visita de Su Majestad, sino que se transformó desde ese instante en el auto presidencial que todos los presidentes venideros utilizarían en las diversas ceremonias de gobierno, entre ellas,
el Cambio de Mando Presidencial (Ceremonia en el Congreso, ingreso al Palacio de la Moneda y la Oración Ecuménica por Chile y su Nuevo Gobierno), 21 de Mayo y Fiestas Patrias (Tedeum Ecuménico en la Catedral Metropolitana el 18 de septiembre y Parada Militar el 19 de septiembre).
Como dato freak, a pesar de que el auto tiene más de 40 años, solo tiene 70.000 kilómetros, y el motor enciende al primer toque, esto se debe a que el auto es trasladado en un camión grúa al lugar en el que es utilizado por los diferentes presidentes para evitar posibles fallas durante el trayecto.

'The English Hill' (Cerro Alegre) todavía esta esperando...


Cómo olvidar la expectación de los habitantes del Cerro Alegre en Valparaíso, cuando se anunció que la Reina Isabel II, de visita en Valparaíso, muy bella y joven entonces, iba a subir al templo anglicano del mencionado cerro a escuchar misa, como lo hacían todos los ingleses célebres que visitaban la ciudad. Se reunió la gente en el Paseo de los 14 asientos - antes Plazuela Alemana, esperando conocer y vitorear a Su Majestad, incluso habían veteranos ingleses de la Segunda Guerra; allí estaban, queriendo rendir honores a su Reina, con todas sus medallitas bajo el sol. Algunos lloraban.
El alcalde, con la mejor intención, ordenó asfaltar previamente la ondulante subida Urriola, dueña de los más bellos y suavizados adoquines que la mano del tiempo acariciara. Todo estaba preparado y…
La Reina no subió al cerro. Pero bueno, estamos en Chile, esas cosas pasan…
‘No hubo ni Reina... ni adoquines. La subida quedó fea como nunca, y ya nadie se acuerda de lo hermosa que fue’
Concluyendo, creo que es mejor olvidar este punto negro en la visita de Su Majestad a Valparaíso, hay que tratar de ver el lado positivo. Su visita merece ser recordada, pues constituyó un hito trascendental en la siempre estrecha y beneficiosa relación chileno-británica.

La Reina Isabel II en Chile, 1968




Su Majestad Isabel II, reina de Gran Bretaña, llegó en visita oficial a Chile el 11 de noviembre de 1968, vino acompañada de su esposo Felipe, el duque de Edimburgo, su visita fue rigurosamente planeada por las autoridades de la época y causó una gran expectación pública.
Pero su llegada no estuvo libre de problemas de último minuto, el Palacio Cousiño, preparado para recibirla con todos los honores, se quemó parcialmente pocos días antes de la llegada y sólo la frenética actividad del jefe de protocolo, embajador Mariano Fontecilla, logró que el hoy desaparecido Hotel Carrera pudiese albergar a tan ilustres visitantes.
El fervor popular en torno a cada actividad de la reina superó todo lo esperado. Cuando visitó la Escuela Inglaterra, se obligó a los vehículos que se dirigían por la Alameda hacia el poniente a reducir su velocidad. La muchedumbre quería verla de cerca y se agolpó en las calles, la vitoreaban constantemente (con el mundialmente conocido: ¡Dios Salve a la Reina! y pañuelos al viento) y le lanzaban flores. La reina, sorprendida, apreció esas manifestaciones espontáneas del pueblo y junto al presidente Eduardo Frei Montalva que la acompañaba, viajaron de pie en el descapotable que los transportaba saludando a la gente aglomerada en las calles. Tan choqueada quedó Su Majestad con las multitudes que la vitoreaban, que al llegar a destino (Plaza de la Constitución donde sería declarada ciudadana de honor) olvidó que en el auto de atrás venia su esposo el Duque de Edimburgo y prosiguió con su camino dejando al duque abandonado a su suerte, teniendo que ser ayudado tras unos minutos de espera por el Canciller, que lo llevó junto a su esposa, la olvidadiza Chabelita(así fue llamada la Reina cariñosamente por la prensa de la época).
En Valparaíso, cuando visitó el Arco Británico, la multitud sobrepasó la barrera policial y la presión sobre la reina y su entorno se hizo insostenible.
La reina fue recibida por el Congreso Nacional, reunido en sesión conjunta, y por el pleno de la Corte Suprema; visitó diversas instituciones inglesas; la Escuela Naval le presentó un perfecto "Tatoo" (ejercicio de entrenamiento) y Carabineros, su inolvidable "Cuadro Verde". En el Club Hípico presenció el Clásico Isabel II. Previo a la carrera, con ojo experto, examinó los ejemplares que participarían en ella. Finalmente, dos hermosos días la acompañaron en Antumalal( IX región), donde descansó de sus intensas jornadas protocolares hasta que partió de nuestro querido Chile el 18 de Noviembre dejando a todo un país revolucionado con su visita.

La visita del Príncipe Bernardo de Holanda, 1951


En abril de 1951, el Príncipe Bernardo de Holanda realizó una visita oficial a Chile de diez días, se destacaron sus actividades oficiales y protocolares en la sede de Gobierno y en el Parlamento, como también, sus visitas al Club Hípico de Santiago, Viña del mar, Escuela de Caballería del Ejército en Quillota y a la región de Los Lagos en el Sur de Chile. En 1959 el Príncipe Bernardo realizó una segunda visita a Oficial en Chile siendo recibido por el Presidente Jorge Alessandri.
El objetivo de estas visitas era reforzar las relaciones bilaterales entre Holanda y Chile que comenzaron a hacerse cada vez mas estrechas a partir de la primera visita del príncipe. Si bien su visita fue importante para nuestro país, no alcanzó los niveles de expectación y algarabía que se produjeron con la visita del Príncipe de Gales.

Curiosidades del Principe de Gales


Al llegar el príncipe a Chile, se le regaló un pequeño libro en el que aparte de darle la bienvenida a nuestro país y elevarlo a la altura de un semidiós, se detallaba la importancia y el aporte de los británicos a nuestro desarrollo como país, especialmente centrado en la región de Valparaíso.
El Príncipe se relacionaba fácilmente y hablaba bien castellano. Era simpático, pero mantenía distancia. En una recepción en el Club de Viña un señor enfiestado, de los que no faltan en Chile, le dijo:
- ¿Sabe usted que somos medio parientes?
Eduardo, rápido, respondió:
- El Rey de Inglaterra no tiene parientes...
Como un buen británico, en las fiestas y reuniones, un sequito siempre lo escoltaba con una bandeja de plata en la cual destacaba un vaso, hielo y una botella de exclusivo whisky(la cual era patrocinado por él mismo), que era frecuentemente vaciada.

El príncipe de Gales en Chile, 1925


Eduardo de Windsor, príncipe de Gales (de 31 años en ese entonces), llegó a Chile cruzando la cordillera en un tren especial el 10 de Septiembre de 1925 con una comitiva de unas 30 personas, entre ellas dos médicos, un camarógrafo, dos detectives que velaban por su seguridad física y un capellán anglicano. La visita se supone que duraría 3 días, pero por motivos climáticos (nevazones en la cordillera), el príncipe se vio forzado a permanecer en el país hasta el día 19 de septiembre.
En Chile, pese a que en esos días se asistía al nacimiento de la Constitución del 25 que establecería un régimen presidencial fuerte, se preparó con esmero la visita, designando una comisión de festejos integrada por destacadas personalidades. El maratónico programa oficial contemplaba reuniones con el Presidente Arturo Alessandri Palma; carreras en el Club Hípico de Santiago; función de gala en el Teatro Municipal capitalino; cena y baile de gala en el Club de la Unión; colocación de primeras piedras en Santiago y Valparaíso; revista militar en el Parque Cousiño; banquetes varios; revista a la Escuela de Caballería de Quillota; visita a la Escuela Naval; almuerzo a bordo del acorazado "Almirante Latorre"; revista a los reservistas británicos de Valparaíso; partido de polo en el Sporting (perdió 9 por 3); recepción de la colonia británica en el Gran Hotel de Viña del Mar; y baile en el Club de Viña, entre otras actividades privadas y oficiales. El Príncipe se alojó en la residencia viñamarina de Gustavo Ross SantaMaría, hoy Club Árabe desde el jueves 10 de septiembre, tras su visita a Santiago.

Visitas Ilustres


La primera visita 'Real' que tuvo Chile fue la del pretendiente al trono de España, Carlos de Borbón, en 1887, tras su visita se abrieron las puertas de nuestro querido país a todos aquellos miembros de los diferentes reinos del mundo que quisieran pasar un rato agradable en nuestras costas, promoviendo la buena relación entre países, y de paso dándole algo de importancia mundial a nuestro pequeño reino de Chile.
Este blog esta dedicado principalmente a aquellos miembros de la realeza de origen anglosajón que vinieron, en algunos casos, a revolucionar al país con sus esperadas y rimbombantes visitas. Entre ellos se encuentran la visita del Príncipe de Gales en 1925, la Reina Isabel II en 1968, el príncipe William en el año 2000 y la princesa Ana en 2007, además de visitas de príncipes noruegos en 2008 y holandeses en 1951.